Los fármacos anticonceptivos actúan de dos formas en el aparato reproductor: bloqueando la ovulación a nivel ovárico o atrofiando el endometrio a nivel uterino para que, en caso de existir un hipotético embrión, éste no logre implantarse. Como bien sabrás su uso es temporal, de manera que su efecto inhibidor sólo existe mientras se estén tomando. No obstante, no todo el mundo conoce que dichos artículos son empleados en tratamientos de fertilidad. Si quieres conocer los motivos, no puedes perderte nuestro nuevo post. ¡En Mi Fertilidad ahondamos en el tema!
¿Por qué usar anticonceptivos en tratamientos de fertilidad?
Tal y como hemos comentado anteriormente, por todos es sabido que este tipo de medicamentos son empleados para evitar el embarazo no deseado. No obstante, otra de sus funciones secundarias es la capacidad de regular los ciclos en aquellas mujeres con reglas irregulares o en pacientes con amenorreas prolongadas.
Por lo tanto, de ahí proviene el uso de los fármacos anticonceptivos en tratamientos de reproducción asistida. Eso sí, no se emplean en el 100% de los ciclos, pero sí tienen su papel en aquellas mujeres que presentan ciclos irregulares o requieren de una planificación más exacta a la hora de afrontar los tratamientos (fecha de inicio de la menstruación, fecha de punción ovárica o fecha de transferencia embrionaria).
Cómo se aplican anticonceptivos en tratamientos de fertilidad
Cuando a la paciente en tratamiento tiene la menstruación, se le realiza una ecografía para confirmar el estado del útero y los ovarios. En ese momento, se regula el uso del anticonceptivo desde el primer, segundo o incluso tercer día de sangrado. Por regla general, se utiliza unos 12-14 días, aunque hay casos en los que es necesario más tiempo.
De este modo, el principal objetivo del medicamento anticonceptivo es bloquear la función natural del ovario, que se confirma mediante ecografía y/o analítica hormonal, de manera que se pueda tener controlado “en reposo” para así poder comenzar con el tratamiento en cualquier momento.
Pasados los días necesarios, se retira el anticonceptivo y, tras un periodo de lavado de aproximadamente 5 días, es momento de iniciar la estimulación ovárica controlado con gonadotropinas vía subcutánea. Para ello, se puede realizar una ecografía de control, aunque no es necesario.
¿En qué consiste la estimulación ovárica?
Para comprender lo que es la estimulación ovárica, primero hay que conocer previamente una serie de conceptos.
Folículos ováricos. Conjunto de células ubicadas en los ovarios. Dicho grupo será el encargado de mantener, nutrir, madurar y liberar el ovocito.
Ovocito. Célula germinal femenina que, a través de un proceso de división celular (conocido como meiosis), se convierte en un óvulo maduro. Cada mujer nace con una cantidad establecida de ovocitos en sus ovarios (aproximadamente 400.000).
Óvulos. Gameto o célula sexual femenina formada por una división meiótica a partir de un ovocito.
Ahora sí, podemos proceder a definir la estimulación ovárica controlada como el tratamiento médico cuyo fin es estimular los ovarios para alcanzar el desarrollo de varios folículos maduros. Los cuales, a su vez, permitirán conseguir un mayor número de ovocitos y, por lo tanto, obtener varios óvulos en el mismo ciclo.
Como ya hemos indicado en más de una ocasión, la estimulación ovárica es clave para el éxito de las técnicas de reproducción asistida y deberá ser más o menos suave dependiendo del número de folículos necesarios. Esta cifra dependerá del proceso llevado a cabo en la paciente: inseminación artificial (1 o 2) o Fecundación in Vitro (de 7 a 10).
Esperamos haber resuelto todas tus dudas sobre el uso de medicamentos anticonceptivos en tratamientos de fertilidad.
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