Si estás interesad@ en someterte a un tratamiento de reproducción asistida, seguro que te has preguntado cuáles son las diferencias que existen entre utilizar embriones congelados o frescos. De hecho, ¿existe alguna diferencia real entre unos y otros? Sin duda, es una cuestión muy común que hoy queremos resolverte en nuestro nuevo post. ¡Descubre todo sobre el tema con Mi Fertilidad!
Embriones congelados o frescos, ¿en qué se diferencian?
La posibilidad de concebir un bebé por tratamientos de reproducción asistida es la misma tanto con embriones congelados como frescos, a través de la técnica de la criopreservación.
Son muchos los casos en los que una pareja, al someterse a este tipo de procedimientos, se encuentra con un mayor número de embriones en el laboratorio, los cuales no serán transferidos. Con el fin de mejorar las probabilidades de nuestro objetivo, algunos pacientes optan por congelar o criopreservar los embriones “restantes”, no sea que la primera transferencia no tenga éxito o en caso de buscar un embarazo futuro.
De igual modo, al igual que ocurre con ese primer embrión fresco, los sobrantes son tan eficaces como efectivos a través de este procedimiento. A partir de esta duda surgen nuevas dudas.
¿Son mejores los embriones criopreservados o los frescos?
Para ahondar en esta cuestión, lo mejor que podemos hacer es explicar en qué consiste la criopreservación. Dicha técnica se lleva a cabo en la mayoría de los centros de reproducción asistida mediante un proceso llamado vitrificación, por el que se realiza una primera exposición de los embriones a crioprotectores. Estos, tal y como su propio nombre indica, son moléculas encargadas de salvaguardar al embrión, sustituyendo el agua del interior del mismo.
De este modo, evitamos la formación de cristales de hielo, responsables de gran parte de los daños que pueden ocurrir con una congelación tradicional. Más tarde, dichos embriones son sometidos a una bajada de la temperatura hasta los -196 Cº, manteniéndose así de manera indefinida.
Entonces, ¿los embriones congelados preservan sus características?
La descongelación o desvitrificación de estos embriones consistirá en un proceso inverso: sustitución de las moléculas crioprotectoras. Nuevamente, por medio de agua intracelular y vuelta a la temperatura fisiológica. Un proceso que ha logrado mejorar las tasas de supervivencia hasta en un 95%.
En este sentido, afirmamos que un embrión vitrificado conserva las mismas propiedades que un embrión fresco.
Pero, ¿varían las posibilidades de embarazo?
Es una pregunta muy interesante, pues el fin último de la Fecundación in Vitro no es lograr el embarazo, sino que éste llegue a buen término. Dicho esto, numerosos estudios han comparado los resultados de gestación obtenidos con embriones que han superado el proceso de criopreservación con los transferidos en frescos sin encontrar diferencias significativas en cuanto a la tasa de embarazo.
Pero, tal y como hemos apuntado, el objetivo del procedimiento no es lograr el embarazo. De acuerdo con los resultados, ambas alternativas son similares: la tasa de bebés nacidos vivos tras la transferencia de este primer embrión es muy similar al de los congelados.
Por ello, la criopreservación es una opción efectiva y segura que evita a la mujer tener que someterse a un nuevo ciclo de estimulación ovárica.
En Mi Fertilidad contamos con las mejores clínicas en la vanguardia de esta técnica y con un equipo de profesionales, médicos y embriólogos de dilatada experiencia, los cuales ofrecerán a los pacientes un tratamiento totalmente personalizado.
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