¿Alguna vez has oído hablar del fallo de implantación embrionaria? Se trata de un fenómeno que puede producir durante los ciclos de Fecundación In Vitro (FIV) y se conoce como el fracaso de la implantación del embrión en el útero de la mujer a partir de los tres ciclos de reproducción asistida en los que se transfieren embriones de buena calidad.
Aunque a menudo se llegue al diagnóstico del fallo de implantación, es necesario realizar estudios y análisis para conocer la causa o las posibles causas de este fenómeno puesto que puede haber alteraciones anatómicas en el útero o bien en las trompas que hayan pasado desapercibidas.
Para saber más sobre este tema, en MiFertilidad hemos preparado un post al respecto con toda la información. ¡Quédate para conocer más detalles! ¡Continúa leyendo!
¿Qué es el fallo de implantación en FIV?
Como ya hemos adelantado, este fenómeno hace referencia al momento en el que no se consigue el embarazo, después de transferir al menos 3 embriones de buena calidad durante la reproducción asistida.
La implantación es un proceso en el que el embrión en estado de blastocito debe adherirse al endometrio materno para dar lugar a la gestación. Este procedimiento consta de tres partes: aposición, adhesión e invasión. No obstante, por algún motivo puede no llegar a producirse esta implantación correctamente.
Lo ideal, en todo caso es que, tras las técnicas de reproducción asistida llevadas a cabo, la implantación se confirme a través de una ecografía, pero, existen diferentes causas que pueden impedirlo. ¡Descubre más!
Principales causas del fallo de implantación embrionaria
Una de las posibles causas de que se produzca este fenómeno son las denominadas causas embrionarias, es decir, las que están relacionadas en el estado cromosómico del embrión, ya que esto influye en su capacidad de implantación.
Dentro de esta categoría, encontramos varias causas de origen embrionario:
- Anomalías cromosómicas en embriones.
- Anomalías cromosómicas en los progenitores.
- Desarrollo embrionario precoz.
- Otras alteraciones en el embrión, como, por ejemplo, la existencia de alguna situación que dificulte la rotura de la membrana que envuelve al embrión para su posterior implantación.
Fallo de implantación recurrente: causas uterinas
Al margen de las causas anteriores, en este apartado veremos las causas relacionadas con el útero, tanto anatómicas como a nivel funcional.
Dentro del primer apartado se encuentran:
- Malformaciones uterinas.
- Pólipos endometriales o miomas uterinos que hayan disminuido la superficie de implantación del embrión.
- Endometrio inferior a 7mm, es decir, de un grosor demasiado pequeño para conseguir una correcta implantación.
- Adenomiosis o presencia de tejido endometrial en el útero, lo que aumentaría a su vez las posibilidades de sufrir un aborto.
Dentro de las causas funcionales encontramos dos:
- Técnica de la transferencia embrionaria. Lo ideal es que sea un procedimiento sencillo, ya que esto garantizará el éxito de la implantación.
- Test de receptividad endometrial.
Otras posibles causas del fallo de implantación
Además de las posibles causas ya mencionadas, existen otros fenómenos que pueden provocar este fallo de implantación, como, por ejemplo, las alteraciones en la coagulación en la sangre de la paciente, o también causas inmunológicas.
Al mismo tiempo cabe destacar que la estimulación ovárica está íntimamente relacionada con el éxito de este procedimiento, concretamente con los niveles de estradiol que deben estar equilibrados para conseguir la implantación.
Y, por último, el estilo de vida de la paciente que, además de interferir en la fertilidad femenina puede provocar complicaciones en la implantación durante el FIV. Por eso mismo, se recomienda llevar hábitos saludables, mantener un peso correcto, hacer ejercicio y evitar el alcohol, el tabaco e incluso el café. ¡Toma nota!
¿Existe solución para el fallo de implantación recurrente?
Lo cierto es que sí. Como ya hemos visto, existen diferentes causas por las que el fallo de implantación puede producirse, pero, hay alternativas que pueden prevenir este fenómeno como, por ejemplo, un cribado genético implantacional para evitar anomalías genéticas, eclosión asistida para anomalías embrionarias…etc.
También es recomendable promover un estilo de vida saludable, ya que, como hemos comentado este puede mejorar el pronóstico de la paciente que se está sometiendo a técnicas de reproducción asistida.
En cualquier caso, lo mejor es ponerse en manos de profesionales en fertilidad para conseguir una implantación y gestación exitosa. Recuerda que, si estás buscando una clínica de fertilidad de confianza, en MiFertilidad estamos a tu disposición. ¡Ponte en contacto con nosotros para saber más!
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