Por Mi Fertilidad on Viernes, 08 Mayo 2020
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LACTANCIA COMPARTIDA EN PAREJAS DE MUJERES HOMOSEXUALES

La lactancia compartida en parejas de mujeres homosexuales es posible. Y es que cualquier mujer puede amamantar a un retoño a partir de la lactancia inducida. Es decir, las madres que no gestantes tienen la posibilidad crear ese vínculo especial con el pequeño o ayudar a la otra involucrada, especialmente si hablamos de un parto múltiple. Eso sí, requiere de mucha motivación, esfuerzo y, por supuesto, la supervisión de especialistas. Si quieres conocer más sobre este proceso, no puedes perderte el nuevo post de Mi Fertilidad. ¡Te daremos todas las claves!

Lactancia inducida para parejas homosexuales de mujeres

Tras dar a luz, son necesarios dos elementos para producir leche: hormonas y succión. Una vez que sale la placenta, descienden en el cuerpo materno los niveles de progesterona y aumentan los de prolactina y oxitocina. Por ello, al llevar al peque al pecho, su succión hace el resto. Por supuesto, si este procedimiento natural no se da, se deberá sustituir el factor hormonal vía medicación.

Al igual que en este caso, dentro de una pareja de mujeres homosexuales, la no gestante interesada en amamantar al recién nacido ha de someterse a un proceso, no tan sencillo, para conseguir la producción de leche. Hablamos de un tratamiento largo que no se puede producir de la noche a la mañana y en el que hay que ser muy consciente y tener paciencia. De hecho, existen muchos factores que es necesario conocer antes de empezar.

¿Cuáles son los factores que pueden afectar al éxito de la lactancia compartida?

Evidentemente, el primer factor de éxito relacionado con la lactancia compartida es que la madre no gestante tenga un fuerte deseo de amamantar al niño. Además de esta iniciativa, también ha de sentir seguridad en sí misma y su capacidad de producir leche.

Por otro lado, hay que tener en cuenta los antecedentes médicos, contemplando mediante análisis que no existen patologías que puedan afectar a la producción de leche. También llevar a cabo una correcta estimulación del pecho y el pezón.

No obstante, en este proceso también interviene otro pequeño elemento, el bebé. Basta con que este tenga disposición para mamar. Cuanto más joven sea, más probable es que sepa hacerlo. Su habilidad estimulará en mayor o menor medida el pecho.

Medicación para la lactancia inducida

La inducción farmacológica basa la mayoría de sus protocolos en el uso de ciertos medicamentos y la estimulación del pecho. De este modo, se consigue desarrollar la glándula mamaria que se produce durante el embarazo, aumentando los niveles de prolactina en sangre y la estimulación y extracción que el bebé realizará al mamar.

Se tratan de unos protocolos bastante efectivos en cuanto a la producción de leche. No obstante, es imprescindible contar con la aprobación y el seguimiento de profesionales sanitarios para comenzarlos, ya que los fármacos pueden causar efectos secundarios en la madre.

Por regla general, suele ser un tipo de inducción recomendada en caso de madres adoptivas de bebés menores a los seis meses. En este sentido, el proceso se inicia meses antes de la llegada del niño y los resultados obtenidos suelen ser muy positivos.

Lactancia compartida a partir de inducción con fitoterapia

Numerosas creencias populares cuentan que existen plantas y hierbas capaces de aumentar la producción de leche. Sin embargo, la ciencia indica todo lo contrario, señalando algunos remedios como potencialmente peligrosos para lograr este objetivo.

Aunque no existe evidencia científica, la levadura de cerveza es capaz de aumentar los niveles de prolactina en sangre, que se traduce en mayor producción de leche.

El empleo de galactogogos es parte del proceso de inducción, aunque no se les puede dar más protagonismo que a la estimulación de la glándula y la extracción de leche. Por ello, es un método recomendado para aquellas madres que prefieren evitar los fármacos, basándose solamente en la estimulación, y completándola con la fitoterapia.

Inducción basada únicamente en estimulación

Ésta es la medida más efectiva, en la cual deben realizarse extracciones frecuentes para conseguir la correcta estimulación de la glándula mamaria. Un sacaleches eléctrico es una herramienta muy eficaz y permite un resultado positivo. También puede servir su variante manual, aunque el proceso puede alargarse. Aun así, se requieren meses antes de empezar a ver las primeras gotas de leche materna.

Como puedes comprobar, por supuesto que existe la posibilidad de compartir la lactancia. Sin duda, un proceso inolvidable en el que juntas crearéis unos lazos inseparables con el más peque.

Si tienes alguna pregunta respecto a este tema o estáis interesadas en ser madres a través de tratamientos de reproducción asistida, no dudéis en contactarnos.

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