El objetivo de ser madre es uno de los más bonitos y deseados por numerosas mujeres. No obstante, en algunas ocasiones se convierte en una meta con ciertos obstáculos. En este sentido, las técnicas de reproducción asistida han evolucionado considerablemente, y las clínicas de fertilidad con ellas. Por esta razón, están especializadas en tratar con casos de alta complejidad. ¿Quieres saber a qué nos referimos? ¡No te pierdas el nuevo post de MiFertilidad sobre el tema!
Casos de reproducción asistida de alta complejidad
Fallo de implantación embrionaria y/o abortos de repetición
Cuando nos referimos al fallo de implantación, hablamos de un proceso en el que no se logra que la paciente consiga el embarazo después de haber transferido 2 embriones euploides. Es decir, aquellos cromosómicamente aptos con 46 cromosomas.
No obstante, este fallo también puede darse en casos en los que no se ha logrado el embarazo ni con la transferencia de 4 blastocitos.
En lo que respecta a los abortos por repetición, estos se denominan así cuando la mujer o paciente sufre dos pérdidas gestacionales antes de haber alcanzado la semana 24 del embarazo. De hecho, es una complicación muy habitual.
En caso de haber sufrido alguno de los ejemplos anteriores, en MiFertilidad te ponemos en contacto con expertos en reproducción asistida de alta complejidad que te ayudarán a conseguir el objetivo de ser madre a través de estudios diagnósticos y pruebas específicas.
Conseguir el embarazo a los 40 años de edad
¿Cuántas veces hemos hablado del tema? El ritmo de vida actual obliga a que muchas mujeres decidan posponer la maternidad a una edad más avanzada. Y claro, el problema surge porque, una vez que han encontrado el momento idóneo, puede ser un periodo con más dificultades.
Esto se debe a que la edad juega un papel primordial en la fertilidad femenina. Y, en este sentido, muchas de ellas deben someterse a tratamientos de reproducción asistida cuando se han superado los 35 años. ¿Los motivos? A partir de esta edad se produce un descenso considerable en la calidad de ovocitos, aumentando las posibilidades de dar lugar a embriones con aneuploidías.
Además, la edad también repercute en la calidad ovocitaria, pudiendo desencadenar en una baja reserva ovárica.
En este sentido, para las mujeres que desean ser madres a partir de los 40, lo ideal es realizar un estudio de fertilidad. Y, en base a los resultados, se decidirá qué tratamiento es el más adecuado. Es el caso del Diagnóstico Genético Preimplantacional, la ovodonación o la acumulación de ovocitos.
Mujeres que disponen de una baja reserva ovárica
Una paciente que cuenta con una baja respuesta ovárica es aquella que no logra una estimulación ovárica óptima, hecho que se debe principalmente al escaso número de ovocitos. Es decir, cuanto menos son los ovocitos, menos embriones serán seleccionados y transferidos. Por lo tanto, la probabilidad de conseguir el embarazo es más limitada.
Si te encuentras en alguno de estos casos, que no cunda el pánico. En MiFertilidad te asesoraremos y te pondremos en contacto con las mejores clínicas y especialistas, equipados con los medios necesarios para ayudarte a conseguir el embarazo.
Para ello, se utilizarán las técnicas más punteras en medicina reproductiva, como puede ser el caso de la Fecundación in Vitro o la Inseminación Artificial. Además, cómo no, de monotorizar la fertilidad de la mujer, hecho que permitirá aprovechar al máximo las posibilidades de concebir o, en caso de ser necesario, apostar por el proceso de ovodonación.
Debes saber que son muchas las mujeres que acuden a las clínicas de fertilidad con un historial más complejo repleto de distintos motivos. Por esta razón, nuestros expertos están preparados para casos de alta complejidad. ¡Juntos buscaremos una solución!
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