Tu carro está vacío
La criopreservación de óvulos se trata de una técnica de reproducción asistida altamente popular para conservar estas células sin afectar a su viabilidad por tiempo indefinido. De este modo, se lleva a cabo una preservación de la fertilidad para que una mujer pueda ser madre en un futuro. Para ello, existen dos métodos: la congelación y la vitrificación de óvulos. Pero… ¿cuáles son las diferencias entre uno y otro? ¿Cuál ofrece mejores resultados? ¡Toma asiento y no te pierdas el nuevo post de Mi Fertilidad!
El ritmo de vida actual ha dado lugar a que muchas mujeres aplacen la decisión de ser madres. Y, claro, su potencial reproductor se reduce con el paso de los años. Por este motivo la criopreservación es una vía excelente para futuras mamás que quieren “conservar su fertilidad”.
También es un método ideal para aquellas pacientes que padecen cáncer y deciden evitar los efectos negativos de los tratamientos en su fertilidad.
Si bien es cierto que la congelación lenta es la técnica que se ha empleado de forma tradicional para la congelación de óvulos y embriones en los laboratorios de Fecundación in Vitro, las tasas de supervivencia han dado paso a nuevos avances. En este sentido, hablamos de la vitrificación. ¿En qué consiste cada método?
Esta técnica de la medicina reproductiva consiste en hacer que la temperatura descienda poco a poco, como su propio nombre indica, al mismo tiempo que se deshidrata la célula con el uso de los crioprotectores (las sustancias empleadas en estos protocolos para proteger de efectos lesivos).
De este modo, se consigue minimizar la formación de cristales de hielo, aunque puede haber un efecto tóxico debido a la exposición prolongada de los crioprotectores.
Para realizar la congelación lenta de óvulos se necesita un congelador programable en el que la temperatura descenderá de forma gradual hasta una temperatura comprendida entre los -40º y los -70ºC. Seguidamente, se sumergirán los óvulos en nitrógeno líquido, alcanzando los -196ºC.
La descongelación de los óvulos se lleva a cabo al extraer del nitrógeno líquido las pajuelas donde están contenidos. Estas se mantienen 30 segundos a temperatura ambiente y se sumergen en un baño a 31º C, donde se liberan los óvulos del interior.
Los óvulos se rehidratan de forma secuencial en diferentes medios de cultivo, eliminando los restos del crioprotector y recuperando su estructura normal.
Por su parte, la vitrificación de óvulos es una técnica de congelación ultrarápida, con una velocidad de enfriamiento de hasta 23.000ºC/min. Gracias a este proceso, el agua que hay en el interior celular no tiene tiempo a cristalizar, pasa de un estado líquido a un estado vítreo, un sólido amorfo similar a una gelatina dura.
Eso sí, requiere de una alta concentración de crioprotectores para tener éxito. Aunque, para evitar el factor tóxico, se llevan a cabo dos estrategias: reducir el tiempo de exposición y utilizar el mínimo volumen.
Nuevamente, se introducen los óvulos directamente en nitrógeno líquido a la temperatura comentada anteriormente y se realiza posteriormente el mismo procedimiento de desvitrificación.
Por regla general, podríamos decir que la vitrificación es un proceso de criopreservación con más ventajas que la congelación lenta de óvulos. Esto se debe principalmente a la mayor tasa de supervivencia de óvulos, alcanzado el 90%.
No obstante, también hay que destacar que la implantación de los embriones procedentes de óvulos vitrificados es mayor que la de los embriones procedentes de óvulos congelados con el método lento. También que con la vitrificación el riesgo de cristalización y criofractura es menor.
Eso sí, como posible inconveniente de esta técnica de reproducción asistida podríamos mencionar que es una práctica muy laboriosa y que requiere de gran experiencia por parte del embriólogo encargado.
La vitrificación de óvulos descongelados sí es posible, pero no recomendable. Esto sólo se llevará a cabo en casos de fuerza mayor, como no haber podido obtener espermatozoides para inseminarlos. Por regla general, cuando se descongelan estas células, se inseminarán y se crearán embriones. Éstos sí pueden volver a vitrificarse.
No obstante, volver a vitrificar un óvulo descongelado sería aumentar es estrés osmótico, aumentando las posibilidades de daños.
Esperamos haber resuelto tus dudas sobre este tema. ¿Estás pensando en congelar tus óvulos para un futuro?
¡Contacta con nosotros en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.!
Síguenos en nuestro Instagram @mifertilidad. Ahí ofrecemos mucha info nueva y un montón de descuentos en tratamientos de reproducción asistida.
“Mi Fertilidad , ha sido beneficiario del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha podido implantar las siguientes soluciones; Presencia web a través de página propia y Servicio de promoción online mediante sistema de pago (SEM). Esta acción ha tenido lugar durante los años 2018-2019. Para ello ha contado con el apoyo del programa Tic-Cámaras de la Cámara de comercio de Madrid”.
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional - Una manera de hacer Europa.
Comentarios