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La situación de pandemia actual y la nueva normalidad han supuesto una serie de cambios y una repercusión que ha afectado a todos los ámbitos habidos y por haber. En este sentido, en lo que se refiere a tratamientos de reproducción asistida, tanto parejas como mujeres siguen confiando en las clínicas de fertilidad. De hecho, el número de pacientes ha aumentado desde entonces. ¿Los motivos? ¡Te los descubrimos en Mi Fertilidad!
Ante la situación que vivimos, mucha gente se pensará que la demanda de los tratamientos de fertilidad ha disminuido, pero lo cierto es que no. Durante los meses posteriores a la parada obligatoria, donde la Sociedad Española de Fertilidad recomendó a los centros no iniciar tratamientos de reproducción asistida, ha habido un aumento de pacientes.
Esto se corresponde tanto a los pacientes que pararon sus métodos en la primera ola y han querido retomar cuanto antes del tratamiento como a las parejas que presentan infertilidad y no quieren esperar más por miedo a un nuevo confinamiento.
Actualmente vivimos en un contexto en el que pensamos en el hoy, y no tanto en el futuro. Por este motivo, muchas parejas y pacientes tienen prisa por iniciar el tratamiento para lograr el deseado embarazo.
Dejando a un lado la situación actual de pandemia, las clínicas de fertilidad se encuentran especialmente con problemas de fertilidad asociados a la edad materna y/o parejas que llevan más de un año buscando el embarazo. Una realidad cada vez más presente que también provoca el aumento de pacientes.
Ya lo hemos indicado en más de una ocasión, la búsqueda de la maternidad se ha retrasado cada vez más debido a diferentes motivos. Y por encima de los 35 baja considerablemente la calidad y cantidad de óvulos. Por lo tanto, también la probabilidad de embarazo.
Las edades más favorables para gestar son por debajo de los 35 años, pero muchas mujeres a esa edad han terminado sus estudios, acaban de incorporarse en el mundo laboral de forma estable o no quieren tener hijos en ese momento. Por estos motivos hoy en día existe la opción de preservación de la fertilidad, que permite guardar óvulos jóvenes congelados para poder ser usados en un futuro.
Volviendo a la relación entre la pandemia y los tratamientos de reproducción asistida, la situación actual ha provocado un aumento del 60% en los tratamientos de preservación de la fertilidad femenina.
Desde que se reanudó la actividad esencial en mayo de 2020, las clínicas han constatado un importante aumento de las pacientes que desean preservar ovocitos para ser madres en los próximos años. Si bien es cierto que la pandemia ha provocado cambios en la sociedad, el deseo de la maternidad no se ha frenado. De hecho, ha ocurrido todo lo contrario.
Por otro lado, también se ha constatado un aumento del 50% en todos los ciclos de reproducción asistida (Fecundación in Vitro, Inseminación artificial, ovodonación y vitrificación de óvulos).
En nuestras clínicas de reproducción asistida encontramos pacientes y modelos de familias de todo tipo: parejas de mujeres, mujeres solteras que quieres usar semen de donante, parejas heterosexuales, incluso mujeres con ligaduras de trompas u hombres con vasectomía.
Sumado a los problemas de fertilidad asociados a la edad, que son los más comunes, también hay casos de pacientes jóvenes que necesitan un tratamiento de producción debido a casos como endometriosis, síndrome de ovario poliquístico, problemas hormonales o alteraciones en el semen de la pareja.
Sorprendido, ¿verdad? Si tú también estás interesado en estos procedimientos, en Mi Fertilidad tenemos todo lo que necesitas.
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