Tu carro está vacío
La reproducción natural forma parte tanto de los deseos como de los mandados sociales y, al mismo tiempo, un aspecto que la mayoría de nosotros guarda celosamente. ¿Quién no se ha planteado en alguna ocasión el momento de ser padres? Pero, ¿qué ocurre si una persona es infértil? ¿De dónde surgió la idea de la reproducción asistida? ¡En nuestro nuevo post te lo contamos todo sobre los orígenes de estas técnicas!
Fue en el año 1973 donde se consiguió el primer embarazo a partir de estas técnicas, concretamente gracias a la Fecundación in Vitro. Si bien es cierto que el equipo de Monashen logró superar esta primera barrera, la gestación duró unas pocas semanas.
Pasados unos años, no fue hasta el 25 de junio de 1978 cuando se consiguió el nacimiento del primer bebé probeta de la mano de los doctores P. Steptoe y Robert G. Edwards.
A partir de entonces, todos los esfuerzos durante la década de los 80 en adelante estaban enfocados en poner en marcha protocolos de estimulación ovárica más efectivos. De este modo se introdujeron técnicas de criopreservación de embriones y se comenzaron a llevar a cabo los primeros ciclos de donación de gametos.
Una vez llegados los años 90, surgieron otras técnicas cuyo foco era solucionar problemas de fertilidad relacionadas con factores masculinos y/o enfermedades hereditarias, como es el caso del Diagnóstico genético preimplantacional o la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
Después del éxito de estas técnicas a finales de los setenta y comienzos de los ochenta, llega a nuestro país el primer nacimiento por Fecundación in Vitro, el 12 de julio de 1984 en Barcelona. Este nacimiento fue posible gracias al equipo del Dr. Pedro Barri y de otros muchos expertos, entre otros, las biólogas Anna Veiga, Gloria Calderón y Paz Maristán, del Instituto Universitario Dexeus.
Actualmente, debido a la gran cantidad de métodos de medicina reproductiva que existe, podemos solucionar gran parte de los problemas de fertilidad: edad avanzada de la mujer, factores masculinos severos, endometriosis, preservación de la fertilidad, enfermedades genéticas hereditarias…
Por otro lado, los protocolos de estimulación ovárica son más controlados, cortos y suaves, mientras que la recuperación de ovocitos o la transferencia embrionaria son más sencillos. Y es que se han convertido en procedimiento rutinarios en las clínicas de fertilidad que, junto al avance tecnológico, dan lugar a una tasa de éxito insuperable hasta la fecha.
Poniendo vistas en el futuro, los expertos y profesionales que trabajan en clínicas de fertilidad tienen que adaptarse a los nuevos perfiles que acuden a los centros, solucionando sus problemas a la hora de conseguir el embarazo de forma tradicional y con servicios completamente personalizados.
En una sociedad donde los modelos de familia tradicional están cambiando, por ejemplo, con el retraso de la maternidad, todos debemos ser más dinámicos.
Parejas del mismo sexo o sin pareja masculina, baja respuesta ovárica, fallos de implantación, abortos recurrentes… En este sentido, el futuro está puesto en crear protocolos específicos que favorezcan una mayor tasa de éxito en cualquiera de las situaciones.
De este modo, se están poniendo en marcha nuevos procedimientos para mejorar la selección y aumento de la calidad espermática y técnicas no invasivas.
Por nuestra parte, desde MiFertilidad contamos con una gran variedad de clínicas que disponen de los mejores expertos de nuestro país. Si tú y/o tu pareja os estáis planteando recurrir a estos procesos, no dudes en contactarnos.
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