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¿Sabías que la población bacteriana que habita en nuestro cuerpo cumple una función esencial en ciertos procesos? Un ejemplo de ello es la microbiota intestinal, cuyo papel en la digestión es indispensable.
En este sentido, y gracias al avance de las nuevas tecnologías, ha sido posible estudiar de forma más exhaustiva dichos microrganismos. ¿Cuál es la relación entre la microflora y la fertilidad? ¡Hoy te hablamos de este tema tan importante para la reproducción asistida!
También conocida como microflora, la microbiota atiende al conjunto de bacterias y hongos que habitan de forma natural en nuestro cuerpo. Cada individuo tiene la suya propia en cada zona del cuerpo y está influenciada por el medio ambiente, la alimentación, la edad o incluso el estado hormonal.
De hecho, es tal su importancia que en nuestro cuerpo tenemos más células de microorganismos que propias.
La microbiota vaginal ha sido objeto de estudio en numerosas ocasiones y, aunque difiere en casa mujer y está influenciada por diferentes factores, las bacterias del género Lactobacillus son las más habituales.
La microflora vaginal tiene un objetivo protector frente a otros microorganismos patógenos por la producción de ácido láctico. De este modo se crea un ambiente ácido en la vagina, evitando el crecimiento de otros microorganismos que pueden desembocar en infecciones.
Por este motivo, la administración de probióticos ha demostrado aumentar la proporción de la bacteria Lactobacillus.
El papel de los microorganismos en la esterilidad humana es conocido desde tiempos inmemoriales. Un ejemplo de ello son algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la clamidia, donde la causa de la esterilidad por factor tubárico.
En este sentido, gracias a los estudios del microbioma humano podemos obtener información novedosa referente a la implicación de estas poblaciones a la hora de lograr el embarazo.
Siguiendo en esta línea, numerosos estudios han indagado en la influencia del microbioma en la calidad espermática, concretamente a través del análisis de líquido seminal. Dependiendo de las bacterias presentes en la muestra, los parámetros pueden verse alterados.
Por otro lado, los folículos ováricos tienen una microbiota muy activa, aunque algunos microorganismos podrían afectar de forma negativa al desarrollo folicular o inhibir la respuesta a las hormonas sexuales.
Por lo tanto, la microbiota puede afectar tanto a hombres como a mujeres a partir de gametos o células sexuales.
La cavidad uterina, una de las zonas que hasta hace poco se creía estéril, se ha confirmado en recientes estudios como otra de las partes donde su microbioma propio, ubicado en la capa más interna del útero (endometrio), puede influir en la capacidad para permitir la implantación embrionaria.
Dicho de otro modo, el microbioma puede afectar a la receptividad endometrial y así condicionar el éxito en la gestación. Y no sólo eso, pues también puede tener un papel en estados avanzados del embarazo, evitando tener un parto prematuro o un aborto.
Recientes estudios en pacientes sometidas a tratamientos de Fecundación in Vitro han desvelado que, en caso de que el microbioma endometrial no cuente con bacterias Lactobacillus como predominantes, las probabilidades de implantación son menores.
El estudio del microbioma en relación a los tratamientos de reproducción asistida es imprescindible, ya que gracias a las investigaciones podríamos apreciar su influencia en procesos como la estimulación hormonal o los antibióticos utilizados.
En el caso de que influyan negativamente en los resultados obtenidos en estas técnicas, se podrían modificar los protocolos para intentar minimizar el efecto nocivo que puedan tener.
Se ha demostrado que el microbioma materno tendrá repercusión en su descendencia. Esta transmisión puede suceder en diferentes momentos, como el embarazo, el parto, la lactancia o los primeros días de vida.
Tal y como hemos argumentado anteriormente, el microbioma es particular y está influenciado por diferentes factores, desde el estrés y la alimentación hasta el uso de antibióticos. Si bien es cierto que podemos mejorarlo a través de alimentos saludables o probióticos, por ejemplo, no puede controlarse al 100%, ya que depende de numerosos elementos.
Esperamos haber resuelto tus dudas respecto a la microbiota y su relación con la fertilidad.
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