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¿Estás pensando en ser madre y quieres informarte al máximo sobre el tema? ¡Genial! ¡Estás en la web adecuada! De hecho, si quieres apostar por los métodos de reproducción asistida, sí que has acertado de pleno.
Más allá de eso, si has entrado en este post es para conocer todo sobre los embarazos de riesgo. Y no nos extraña, es un hecho muy común en muchas mujeres. Pero no te preocupes, en Mi Fertilidad te damos todas las consideraciones e informaciones sobre estas afecciones. ¡Vamos a ello!
En primer lugar, como no podía ser de otro modo, tenemos que aclarar a qué nos referimos con embarazo de riesgo. En este sentido, hablamos de aquel que presenta complicaciones o factores asociados que pueden perjudicar la salud de la madre y del feto. Por lo tanto, el control previo, el parto y puerperio han de ser más completos.
Hoy en día se cuantifica que un 10% aproximadamente de los embarazos se considera de alto riesgo, aunque no hay un acuerdo unánime sobre cuáles deben ser catalogados como tal. En cualquier caso, el término se refiere a circunstancias médicas, sociales, ginecológicas u obstétricas que pueden poner en riesgo la salud de ambos.
Entre los principales factores que podemos destacar como influencia de un embarazo de riesgo encontramos:
La edad de la madre. Las madres mayores de 35 años pueden presentar síntomas de embarazo de riesgo como fibromas, aumento de la presión arterial o desarrollando problemas con la anestesia. No obstante, también es peligroso cuando la madre es menor de 15 años, pues aumentan las posibilidades de padecer preeclampsia.
Otro factor que puede influir en un embarazo de riesgo es el peso de la madre. Si la mujer pesa menos de 45 kg, es posible que el bebé nazca con bajo peso. En cambio, si la madre padece obesidad, puede desarrollar diabetes gestacional. Si mide menos de 160 cm y tiene la pelvis pequeña, aumentan las posibilidades de parto prematuro.
Anomalías del aparato genital. Evidentemente, hay que tener en cuenta los problemas en el útero o los ovarios. Un ejemplo de ello son los fibromas, que pueden causar complicaciones en el parto, presentación anormal del feto, partos prematuros o incluso abortos.
Salud de la madre. Si la mujer sufre de enfermedades, pueden dar lugar a abortos. Entre las más destacables podemos encontrar hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades de tiroides, diabetes, renales, respiratorias…
Sustancias teratogénicas. En este caso, hablamos de elementos que interfieren en el desarrollo del feto y provocan anomalías, como es el caso de fármacos, alcohol, cocaína, rayos X, rayos UVA…
Aunque el embarazo transcurre de forma diferente para cada mujer, podemos destacar algunos signos de alarma para acudir de inmediato al médico. Un ejemplo de ello es presentar fiebre superior a 38 grados durante un tiempo prolongado o sufrir de dolor en un lado del vientre durante el principio de la gestación, que podría dar lugar a un embarazo ectópico.
Tampoco hay que descartar los dolores, molestias y sangre en la micción. Vómitos continuos e incesantes, sangre al toser o diarrea frecuente acompañada de mucosidad o sangre.
Otros síntomas de embarazo de riesgo son la inflamación de manos, tobillos o cara, dolor abdominal parecido a una contracción muy intensa, sangrado vaginal abundante o, a partir de los cinco meses, detectar una importante disminución de la actividad o movimiento del feto.
¿Se puede prevenir el embarazo de riesgo?
Los especialistas siempre intentan evitar en la medida de lo posible los factores que pueden provocar complicaciones en el feto. De este modo, conviene llevar un correcto control ginecológico del desarrollo del embarazo para detectar a tiempo cualquier anomalía, así como evitar enfermedades y la exposición a sustancias teratogénicas como las que hemos mencionado anteriormente.
Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, las técnicas de reproducción asistida no desembocan en embarazos de riesgo. No obstante, sí conviene tener presente una serie de datos. Uno de ello es que la tasa de aborto espontáneo es la misma (15-20%) que en un embrazo natural. Eso sí, son factores que van en aumento según la edad de los pacientes.
A partir de los 35 años, independientemente de que la mujer logre el embarazo de forma natural o técnicas de reproducción asistida, tiene más riesgos de desarrollar una hipertensión del embarazo, diabetes gestacional… Por ello, han de ser seguidos cuidadosamente.
Por otro lado, cabe destacar que se ha comprobado científicamente que los niños nacidos a partir de técnicas de reproducción asistida no tienen más riesgos de alteraciones genéticas o malformaciones.
Si estáis pensando en ser padres y estáis interesados en tratamientos de reproducción asistida, escribidnos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.!
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